¿CambiarĂĄ la ley de armas en Estados Unidos? - BBC Mundo - Noticias
El tiroteo en el colegio de Connecticut horrizĂł a Estados Unidos. Pero ¿quĂ© impacto, si tiene alguno, tendrĂĄ en la legislaciĂłn armamentĂstica del paĂs?
Incluso en una naciĂłn con un largo y familiar historial de masacres con armas de fuego -Columbine, Virginia Tech, Aurora, Jonesboro y muchos otros-, las muertes en la escuela elemental Sandy Hook tienen un efecto impactante.
Veinte niños y seis adultos murieron. Un pistolero que irrumpió en la escuela les quitó la vida y terminó con la suya.
La tragedia reabriĂł el debate acerca de las leyes sobre tenencia de armas de fuego en la naciĂłn y aquellos que secundan una reforma han exigido mayores controles.
En nĂșmeros
Tras el tiroteo, un emotivo presidente Barack Obama prometiĂł "acciones significativas", añadiendo: "Como paĂs hemos pasado por esto muchas veces".
SegĂșn un estudio defundido en julio de 2012 por el portal Mother Jones, de 62 asesinatos masivos llevados a cabo en Estados Unidos desde 1982, tres cuartos de las 139 armas usadas por los responsables fueron adquiridas legalmente. De ellas, mĂĄs de 60 eran pistolas semi-automĂĄticas y mĂĄs de 30 eran armas de asalto.
Pero en un paĂs con un total de 300 millones de armas estimadas, donde el derecho a portar armas se menciona en la constituciĂłn, los defensores de mayores controles armamentĂsticos dudan que el cambio estĂ© prĂłximo.
El apoyo pĂșblico a una legislaciĂłn mĂĄs estricta ha disminuido en años recientes, junto con los niveles generales de crimen violento.
Esta es, en definitiva, una naciĂłn donde la AsociaciĂłn Nacional del Rifle (NRA) cuenta con mĂĄs de cuatro millones de miembros. SegĂșn Small Arms Survey, en 2007 habĂan 88,8 armas de fuego entre cada 100 estadounidenses.
Por otra parte, tanto la ley como la polĂtica estadounidense se han estado alejando de los que apoyan mayores controles, dice James Jacobs, director del Centro para InvestigaciĂłn en CrĂmen y Justicia de la Universidad de Nueva York.
"Toda la polĂtica de los Ășltimos 20 años ha sido dirigida a los defensores de los derechos de los dueños de armas", explicĂł.
Derecho por ley
Obama prometiĂł "acciones significativas" tras lo sucedido.
La Corte Suprema decidió en 2008 que la segunda enmienda de la constitución estadounidense dé a los ciudadanos el derecho a poseer armas de fuego para uso personal, mås que sólo para proteger el derecho colectivo de los estados a mantener milicias.
La CĂĄmara de Representantes estĂĄ actualmente controlada por el partido republicano, que tiene fuertes vĂnculos con la NRA. El presidente republicano George W. Bush permitiĂł que caducase una prohibiciĂłn de las armas de asalto en 2004.
Mientras tanto, reacciones contra polĂticos demĂłcratas que aprobaron leyes de control de armas en 1993 y 1994 asustan a los candidatos de la centro-izquierda a la hora de ser mĂĄs claros sobre el asunto, dice Kristin Goss de la Universidad de Duke.
"Los demócratas creen que no es un tema ganador", añade.
Como resultado, el derecho a portar armas fue apenas un tema de debate durante las elecciones de 2012, aparte de cuando el presidente Obama reafirmĂł su apoyo a la prohibiciĂłn de las armas de asalto en respuesta a una pregunta realizada durante uno de los debates presidenciales.
Otros paĂses han respondido a este tipo de masacres y tiroteos endureciendo las leyes que regulan la posesiĂłn de armas.
El acceso a las armas de fuego en paĂses como Reino Unido se limitĂł tras la masacre de Hungerford en 1987, y las armas de fuego fueron efectivamente prohibidas tras el tiroteo de una escuela en Dublane en 1996.
Australia ha introducido una nueva ley de armas después de la muerte a tiros de 35 personas en Port Arthur, Tasmania.
En Finlandia, que tiene una de las regulaciones de armas mĂĄs relajadas y que cuenta con un ĂĄlto Ăndice de posesiĂłn de armas de fuego, se establecieron restricciones en permisos de armas despuĂ©s de que un tiroteo en una escuela dejara un balance de 11 muertos.
Pero no todas estas atrocidades han desencadenado la misma respuesta. En Noruega, donde las restricciones de armas ya eran fuertes, no se endurecieron las leyes de armas después de los ataques perpetrados por Anders Behring Breivik en 2011.