Un documental desmonta mitos del Titanic - ABC.es
SegĂșn el filme de JesĂșs Ferreiro, ni fue atravesado por el hielo, que nunca llegĂł a la cubierta, ni durante su hundimiento se produjeron disparos ni se mantuvieron las verjas cerradas
El Titanic, el transatlĂĄntico britĂĄnico que se hundiĂł en 1912 durante su viaje inaugural, no fue atravesado por el hielo, que nunca llegĂł a la cubierta, ni durante su hundimiento se produjeron disparos ni se mantuvieron las verjas cerradas.
Estos son algunos de los mitos proyectados al imaginario colectivo a través del cine que desmonta el documental "TITANIC: Cien años de historia-Misterios al descubierto", elaborado por la Fundación Titanic.
"Nos hemos creado una historia a partir de otra historia", explica en una entrevista con Efe el presidente de la FundaciĂłn, el gallego JesĂșs Ferreiro, quien lleva mĂĄs de una dĂ©cada escudriñando lo que ocurriĂł en aquella madrugada de abril de 1912.
AP
Millvina Dean
Tras haber recuperado el testimonio de 123 supervivientes y conocido a 39 de ellos, entre ellos Millvina Dean, la Ășltima sobreviviente del Titanic, Ferreiro ha reconstruido la historia explicando la verdad sobre ciertos mitos que acompañan a la leyenda del famoso transatlĂĄntico.
Tres horas a flote
"El Titanic no chocĂł contra un iceberg, simplemente lo rozĂł y lo hizo tan suavemente que hasta los oficiales en el puente de mando creyeron que lo habĂan salvado", señala Ferreiro.
Lo que ocurrió fue que el roce se produjo en la parte mås "débil" del casco, provocando que saltasen los remaches, lo que se tradujo en la entrada de 9 toneladas de agua por segundo.
"Pese a todo el Titanic aguantĂł casi tres horas a flote", remarca Ferreiro, quien atribuye este Ă©xito a la maniobra ordenada por el primer oficial, William Murdoch, la primera persona que avistĂł el iceberg, antes que los vigĂas de la torreta del palo de proa.
"En realidad lo que Murdoch vio no fue un iceberg sino las luces del Titanic reflejadas en la pared negra de la montaña de hielo que tenĂa enfrente. Ăl creĂa ver otro barco", apunta Ferreiro aludiendo a la orden dada por el primer oficial: "Tenemos un barco por la proa. Caña a estribor y atrĂĄs toda. Cierren las puertas estancas".
Ni tiros, ni suicidios
Otro de los mitos mĂĄs extendidos es el de los incidentes durante el hundimiento del barco. "No se disparĂł ni un sĂłlo tiro, ni se suicidĂł ningĂșn oficial", asegura Ferreiro.
Durante aquellos minutos sĂ se registraron algunas escenas de tensiĂłn, motivadas especialmente por la edad de los jĂłvenes con derecho a ir los buques salvavidas, pero en ningĂșn caso disparos o agresiones.
El documental desmonta otra de las leyendas mĂĄs repetidas, la de que las verjas que separaban los viajeros de tercera y segunda clase permanecieron cerradas impidiendo que los primeros pudiesen acceder a la cubierta de botes salvavidas.
"Esas verjas nunca estuvieron cerradas mientras el Titanic se encontraba en alta mar. SĂłlo se cerraban cuando estaba en puerto para pasar las revisiones de sanidad", aclara Ferreiro.
Estos mitos, como el del pasajero que echa un trozo de hielo del iceberg en su vaso de whisky cuando en realidad el hielo jamĂĄs llegĂł hasta esa zona, son concesiones cinematogrĂĄficas necesarias para aumentar la intensidad dramĂĄtica del relato, sostiene Ferreiro.
"Aunque desvirtĂșan la realidad, las pelĂculas han contribuido a que la gente sepa la historia del Titanic, especialmente la de James Cameron", concede este especialista en la singladura mĂĄs famosa de la navegaciĂłn mundial.
SegĂșn el filme de JesĂșs Ferreiro, ni fue atravesado por el hielo, que nunca llegĂł a la cubierta, ni durante su hundimiento se produjeron disparos ni se mantuvieron las verjas cerradas
El Titanic, el transatlĂĄntico britĂĄnico que se hundiĂł en 1912 durante su viaje inaugural, no fue atravesado por el hielo, que nunca llegĂł a la cubierta, ni durante su hundimiento se produjeron disparos ni se mantuvieron las verjas cerradas.
Estos son algunos de los mitos proyectados al imaginario colectivo a través del cine que desmonta el documental "TITANIC: Cien años de historia-Misterios al descubierto", elaborado por la Fundación Titanic.
"Nos hemos creado una historia a partir de otra historia", explica en una entrevista con Efe el presidente de la FundaciĂłn, el gallego JesĂșs Ferreiro, quien lleva mĂĄs de una dĂ©cada escudriñando lo que ocurriĂł en aquella madrugada de abril de 1912.
AP
Millvina Dean
Tras haber recuperado el testimonio de 123 supervivientes y conocido a 39 de ellos, entre ellos Millvina Dean, la Ășltima sobreviviente del Titanic, Ferreiro ha reconstruido la historia explicando la verdad sobre ciertos mitos que acompañan a la leyenda del famoso transatlĂĄntico.
Tres horas a flote
"El Titanic no chocĂł contra un iceberg, simplemente lo rozĂł y lo hizo tan suavemente que hasta los oficiales en el puente de mando creyeron que lo habĂan salvado", señala Ferreiro.
Lo que ocurrió fue que el roce se produjo en la parte mås "débil" del casco, provocando que saltasen los remaches, lo que se tradujo en la entrada de 9 toneladas de agua por segundo.
"Pese a todo el Titanic aguantĂł casi tres horas a flote", remarca Ferreiro, quien atribuye este Ă©xito a la maniobra ordenada por el primer oficial, William Murdoch, la primera persona que avistĂł el iceberg, antes que los vigĂas de la torreta del palo de proa.
"En realidad lo que Murdoch vio no fue un iceberg sino las luces del Titanic reflejadas en la pared negra de la montaña de hielo que tenĂa enfrente. Ăl creĂa ver otro barco", apunta Ferreiro aludiendo a la orden dada por el primer oficial: "Tenemos un barco por la proa. Caña a estribor y atrĂĄs toda. Cierren las puertas estancas".
Ni tiros, ni suicidios
Otro de los mitos mĂĄs extendidos es el de los incidentes durante el hundimiento del barco. "No se disparĂł ni un sĂłlo tiro, ni se suicidĂł ningĂșn oficial", asegura Ferreiro.
Durante aquellos minutos sĂ se registraron algunas escenas de tensiĂłn, motivadas especialmente por la edad de los jĂłvenes con derecho a ir los buques salvavidas, pero en ningĂșn caso disparos o agresiones.
El documental desmonta otra de las leyendas mĂĄs repetidas, la de que las verjas que separaban los viajeros de tercera y segunda clase permanecieron cerradas impidiendo que los primeros pudiesen acceder a la cubierta de botes salvavidas.
"Esas verjas nunca estuvieron cerradas mientras el Titanic se encontraba en alta mar. SĂłlo se cerraban cuando estaba en puerto para pasar las revisiones de sanidad", aclara Ferreiro.
Estos mitos, como el del pasajero que echa un trozo de hielo del iceberg en su vaso de whisky cuando en realidad el hielo jamĂĄs llegĂł hasta esa zona, son concesiones cinematogrĂĄficas necesarias para aumentar la intensidad dramĂĄtica del relato, sostiene Ferreiro.
"Aunque desvirtĂșan la realidad, las pelĂculas han contribuido a que la gente sepa la historia del Titanic, especialmente la de James Cameron", concede este especialista en la singladura mĂĄs famosa de la navegaciĂłn mundial.